El Comandante del Mando Conjunto de Operaciones Especiales finaliza su misión sin novedad

El general de división Jaime Íñiguez Andrade pasa a la reserva con la íntima satisfacción del deber cumplido.

Tras una andadura de casi cinco años iniciada en septiembre de 2014, ha llegado a su fin el mando del general de división Jaime Iñiguez Andrade en el Mando Conjunto de Operaciones Especiales (MCOE).

La dilatada carrera del general y su constante contacto con las operaciones especiales, tanto en el ámbito nacional como en el conjunto y con otros países, fue sin duda parte de los requisitos necesarios para su nombramiento como Comandante del MCOE.

Cuando asumió el mando, el general se marcó tres grandes objetivos: el primero era el establecimiento del MCOE, lo que, en términos militares, llamamos alcanzar la Capacidad Operativa Plena (logrado a finales del 2016), el segundo era asumir el compromiso de liderar el Mando Componente de Operaciones Especiales de la Fuerza de Respuesta de la OTAN (logrado un año después, en 2017) y el tercero era ser útil a las unidades de Operaciones Especiales.

El proceso impulsado por el CMCOE y todos los componentes de su Estado Mayor ha sido una carrera contrarrelojpara alcanzar los objetivos anteriormente citados, pero ha colocado a este Mando en una posición de prestigio en el ámbito nacional y multinacional de las operaciones especiales.

En la Base de Retamares, en Pozuelo de Alarcón, se ha realizado un simple pero emotivo acto en el que el general se ha despedido de la Bandera de España. La ceremonia ha estado presidida por el Comandante del Mando de Operaciones (CMOPS), teniente general Fernando López del Pozo, y ha contado con la asistencia de multitud de autoridades civiles y militares, entre ellos, el secretario de Estado, el director del Centro Nacional de Inteligencia, además de amigos y familiares.