Durante su estancia ha realizado unas 1.100 atenciones sanitarias al personal de la Coalición y ha apoyado más de 200 misiones de adiestramiento.
Los integrantes del servicio sanitario tipo ROLE 1 desplegados en Besmayah regresa a España con la satisfacción del deber cumplido. Los militares han destacado por su predisposición para asumir nuevos retos, lo que sin duda ha contribuido a cumplir de una forma más eficiente los objetivos de la operación.
Se trata de la primera rotación de personal sanitario del BPC VII, que permanece en Irak durante tres meses, tiempo en el que han proporcionado apoyo sanitario en más de 200 misiones y han realizado alrededor de 1.100 atenciones sanitarias (urgencias, consultas, revisiones, curas y sesiones de fisioterapia) al personal de la Coalición. Asimismo, han participado activamente en la elaboración y el seguimiento del plan de higienización y saneamiento de la base “Gran Capitán” y han colaborado estrechamente con las auditorías e inspecciones realizadas por parte de la Coalición, donde han quedado reflejados los resultados de las mejoras implementadas.
Durante su estancia en Besmayah el personal del ROLE-1 ha contribuido a mejorar los procedimientos de MEDEVAC (acrónimo inglés de Evacuación Médica) con la realización de un simulacro en el que han colaborado personal y medios norteamericanos, incluyendo un helicóptero medicalizado. Este ejercicio ha servido no solo para comprobar la correcta ejecución del procedimiento de evacuación de heridos, sino también para continuar colaborando de manera activa con el resto de naciones que participan de la Coalición.
El servicio sanitario, encuadrado en la Unidad Logística de la Task Force Besmayah, cuenta con un servicio de farmacia, un servicio de veterinaria y tres células de estabilización con capacidad de soporte vital avanzado al trauma en combate, que realizan dentro y fuera de la base las acciones de apoyo inmediato a los equipos de adiestradores.
Esta unidad tiene un carácter multinacional, ya que cuenta entre sus filas con un enfermero y fisioterapeuta procedente del contingente portugués y próximamente se unirá un equipo sanitario norteamericano.
Tras tres meses de duro trabajo ha quedado patente que la labor de este grupo de militares ha contribuido de manera destacable a mejorar las capacidades de apoyo sanitario a los más de 600 militares de seis nacionalidades desplegados en la base “Gran Capitán”.