El submarino ‘Tramontana’ (S-74) ha zarpado rumbo al Mediterráneo para integrarse, bajo el control operativo del Mando de Operaciones, en la operación ‘Sea Guardian’ de la OTAN. Es la séptima vez que este submarino participa en esta operación desde que comenzó hace ya seis años.
El submarino, que tiene su base en Cartagena, es el cuarto de su clase y lleva al servicio de España desde el año 1984. Su dotación la forman 68 hombres y mujeres, con vocación de servicio, inapelable motivación y el espíritu de sacrificio necesario para vivir más de un mes bajo la superficie velando por la tranquilidad y seguridad de sus compatriotas.
Gracias a la discreción y el sigilo que caracteriza a los submarinos, estos son capaces de realizar tareas de vigilancia sin perturbar el patrón de vida de la actividad marítima de la región, pudiendo así localizar e identificar actividades ilícitas dentro de las aguas del Mediterráneo.
En la actualidad, cerca del 90% del volumen total de mercancías se mueven por mar, y el Mediterráneo no es una excepción. Sólo en términos de energía, alrededor del 65% del petróleo y el gas natural que se consume en Europa occidental pasa por el Mediterráneo cada año. En este contexto, la OTAN puso en marcha la operación ‘Sea Guardian’ en noviembre de 2016.
La operación está enfocada en el conocimiento del entorno marítimo para disuadir y luchar contra el terrorismo, así como mitigar el resto de amenazas. Se trata de una operación flexible, que puede cubrir toda gama de tareas de seguridad marítima, si así lo solicita el Consejo del Atlántico Norte, como son: mantener la libertad de navegación, llevar a cabo la interdicción marítima, luchar contra la proliferación de armas de destrucción masiva y proteger la infraestructura crítica.
La integración del ‘Tramontana’ pone de manifiesto el compromiso que España tiene con la OTAN en el mantenimiento de la seguridad marítima.