El Mando Conjunto del Ciberespacio ha participado en el ejercicio ‘Crossed Swords 23’ en el que cada año se pone a prueba a equipos multinacionales en la ejecución de operaciones ofensivas en el ciberespacio. Está organizado por el Centro de Excelencia de Ciberdefensa de la OTAN (NATO CCDCOE). Su principal objetivo es proporcionar un entorno técnico sofisticado para la instrucción de las capacidades ofensivas de las naciones miembro del Centro, del que España es uno de los fundadores.
Por primera vez, y bajo la dirección de España como nación marco, se ha ensayado en este ejercicio la integración de operaciones ofensivas en el ciberespacio en una operación militar a nivel táctico, bajo el mando de un puesto de mando multinacional.
Si bien la capacidad técnica de realizar operaciones ofensivas en el ciberespacio existe desde hace tiempo, el mando y control de estas capacidades en operaciones militares es un desafío que pocas naciones han abordado con éxito. En cualquier caso, nunca se había intentado ejecutar en un ambiente multinacional fuera de un entorno clasificado.
Durante el ejercicio ‘Crossed Swords 23’ se estableció en Tallin un puesto de mando multinacional liderado por España e integrado por componentes de varias naciones, como Polonia, Lituania, Estados Unidos o Ucrania entre otras. En él se han ensayado con éxito procedimientos de mando y control para la integración y sincronización de operaciones ofensivas de carácter técnico, tanto a nivel táctico como a nivel operacional, posibilitando el apoyo desde el ciberespacio a las fuerzas en combate.
La Unidad Ofensiva, también multinacional y liderada por un oficial español, ejecutó operaciones ofensivas sobre sistemas informáticos adversarios, logrando la sincronización de las acciones en el ciberespacio con una precisión de segundos, y su coordinación con las operaciones militares a todos los niveles.
Este ejercicio ha demostrado que la ejecución de operaciones ofensivas en el ciberespacio bajo mando multinacional es factible, y ha abierto la puerta a la cooperación en el desarrollo de los métodos y procedimientos para la integración de esta capacidad en el entorno de las operaciones militares a nivel operacional y táctico.
España ha demostrado una vez más su alto grado de preparación y efectividad en el ámbito de la ciberdefensa.