Los dos buques de la Armada han monitorizado durante una semana el tránsito a través de las aguas de interés nacional de una agrupación rusa integrada por la fragata ‘Almirante Grigorovich’, las corbetas ‘Stoiky’ y ‘Sobrazitelny’ de la clase ‘Steregushchiy’ y el buque de aprovisionamiento ligero ‘Kama’ de la clase ‘Kaliningradneft.
Primero, la fragata ‘Santa María’ se encargaba del seguimiento en el Mediterráneo Oriental hasta la entrada en aguas portuguesas y posteriormente, el patrullero de altura ‘Serviola’ se ocupaba de la vigilancia en el Mar Cantábrico.
Durante tres días, la fragata ‘Santa María’ efectuaba el seguimiento de estas unidades rusas en estrecha coordinación con unidades de la Fuerza Naval Permanente Numero 2 de la OTAN y de la Marina portuguesa. Se ha tratado de asegurar la continuidad de la vigilancia en su tránsito desde el Mediterráneo Oriental hasta su destino final en los puertos rusos del norte, mostrando el pabellón nacional y la estrecha coordinación de las naciones aliadas de la OTAN en el escenario estratégico actual provocado por la guerra de Ucrania.
Posteriormente, y tras la salida de la agrupación naval rusa de la zona económica exclusiva (ZEE) de Portugal, el patrullero de altura ‘Serviola’ se encargaba de continuar con la monitorización de los buques rusos dando relevo a la fragata portuguesa “Corte Real” para continuar su seguimiento y vigilancia por el mar Cantábrico hasta su salida de aguas de interés nacional.