Las unidades del Grupo Expedicionario Dédalo 23 regresan a su base tras más de dos meses desplegados como parte de la contribución española a la seguridad marítima en el Mediterráneo y a la disuasión y defensa de la OTAN.
El Grupo, al mando del contralmirante Gonzalo Villar, está compuesto por el ‘Juan Carlos I’, una unidad aérea embarcada formada por aviones “Harrier” AV8B+ y helicópteros, un Batallón Reforzado de Desembarco de Infantería de Marina y la fragata ‘Victoria’.
De entre las actividades realizadas destaca el apoyo humanitario prestado a la población turca afectada por el terremoto del pasado mes de febrero. Durante ocho días, el Grupo proporcionó ayuda humanitaria a la población afectada en la ciudad de Alejandreta, colaborando en la búsqueda de supervivientes entre los escombros y distribuyendo alimentos y agua potable para los damnificados.
El esfuerzo de las tareas de búsqueda entre los restos de los edificios en ruinas obtuvo su recompensa con el rescate con vida de un niño de 7 años y un adulto de 70, el quinto y sexto día tras el terremoto, cuando las esperanzas ya estaban desapareciendo. También se agilizó la distribución de 3600 toneladas de ayuda, colaborando en la descarga de barcos en el puerto de Limak y aviones en el aeropuerto de Adana y organizando convoyes para que el material llegase a sus destinatarios en Alejandreta.
Finalizado el apoyo a Turquía, el Grupo ‘Dédalo-23’ comenzó su participación en las actividades de vigilancia reforzada de la OTAN ‘Neptune Strike’, que incluyeron numerosas misiones coordinadas con los portaaviones ‘George H.W. Bush’ de los EE.UU y el ‘Cavour’ de Italia, por los espacios aéreos de Rumanía, Hungría, Croacia, Eslovaquia, Macedonia del Norte, Albania, Italia y Grecia.
Posteriormente, el Grupo participó en el ejercicio francés ‘HEMEX ORIÓN’ junto con una veintena de buques y 20.000 militares y, días más tarde, ‘Dédalo-23’ lideró cinco días de ejercicios de la Fuerza Anfibia Hispano-Italiana junto con buques, aviones y unidades de infantería de marina del país transalpino.
El día 20 de marzo, finalizados los ejercicios, el Grupo hizo escala en Nápoles, donde recibió la visita de la ministra de Defensa, para poner posteriormente proa a Valencia y llegar diez semanas después de su partida, a su Base en Rota.
El despliegue ‘Dédalo 23’ ha permitido demostrar la capacidad de la Armada para proyectar una fuerza naval expedicionaria durante un periodo prolongado y lejos de su base, operando con otras armadas y agrupaciones OTAN en escenarios muy diversos y mostrando su flexibilidad y capacidad de adaptación en un mínimo tiempo a situaciones imprevistas, tal como ocurrió tras el terremoto en Turquía y Siria, para prestar con éxito auxilio a la población afectada sin merma de sus capacidades operativas.