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Periodista del EMAD

¿Por qué desplegamos fuera de España?

La seguridad y defensa nacionales no pueden ser garantizadas por prácticamente ningún país de forma aislada. Por este motivo, debemos trabajar codo con codo con nuestros socios y aliados en el marco de las organizaciones internacionales.
21 de febrero de 2019

La seguridad y defensa nacionales no pueden ser garantizadas por prácticamente ningún país de forma aislada. Por este motivo, debemos trabajar codo con codo con nuestros socios y aliados en el marco de las organizaciones internacionales.

En este contexto de seguridad compartida, España debe asumir la parte de responsabilidad que le corresponde. Estamos obligados a impulsar, proyectar y compartir la seguridad que tenemos el privilegio de disfrutar gracias al esfuerzo de todos y, de manera muy significativa, al de los hombres y mujeres que integran las Fuerzas Armadas españolas.

Este es un objetivo de especial relevancia dados los actuales cambios en el panorama estratégico global.

En el ámbito de la OTAN, el innegable resurgimiento de Rusia como potencia militar y la amenaza que suponen los grupos terroristas internacionales han hecho que la Alianza lleve a cabo el proceso de adaptación más ambicioso desde la Guerra Fría. Esta adaptación implica, entre otros aspectos, una revisión de la estructura de mando.  Como socio fiable y comprometido, España aportará a lo largo de los próximos años alrededor de 100 de los 1.200 puestos de nueva creación en esta estructura.

Bien es sabido que, cuando estamos saliendo de la crisis, nuestra inversión en Defensa no nos permite ocupar el lugar que debiéramos en la Alianza Atlántica, pero nuestras aportaciones en capacidades y tropas sitúan a España en una posición importante en estos parámetros de compromiso con la Alianza. En 2019, esta responsabilidad se materializará con 6.000 efectivos españoles en la Fuerza de Respuesta Rápida de la OTAN, además de lo que ya realizan nuestros militares en Letonia, Irak, Turquía y Afganistán. En otras palabras, lo que las Fuerzas Armadas españolas ofrecen transciende a la financiación, capacidades y compromisos operativos. En realidad, es la voluntad de apoyar la defensa colectiva el factor fundamental que define nuestra contribución.

Los esfuerzos que realizamos en la Alianza Atlántica se complementan con los de la Unión Europea, lo que nos otorga un papel preponderante en su seguridad y defensa. España, además de su participación en todas y cada una de las misiones y operaciones de la UE, se ha situado también a la cabeza de las nuevas iniciativas que buscan diseñar una arquitectura de defensa europea.

El firme compromiso de las Fuerzas Armadas españolas con la Política Común de Seguridad y Defensa de la Unión, en términos de generación de fuerzas y de capacidades de mando y control con carácter permanente, se verá enfatizado en los próximos meses con el establecimiento de un Cuartel General de nivel estratégico a disposición de la UE, en la base naval de Rota. Este hecho supone el reconocimiento por parte de nuestros socios europeos de que España es una nación comprometida con los ideales y valores de una Europa unida.

En resumen, la participación de las Fuerzas Armadas en las misiones de estas organizaciones internacionales muestra el compromiso de España con la paz, la seguridad mundial y la legalidad internacional, y refuerza nuestra solidaridad con los esfuerzos de la comunidad internacional para garantizar la estabilidad de los países menos favorecidos.

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