Finaliza en el noroeste de la península la activación Eagle Eye 24-02, liderada por el Mando Operativo Aéreo (MOA) y bajo control operativo del Mando de Operaciones (MOPS) que se iniciaba el pasado lunes día 17 de junio.
En dicha activación, que se encuentra enmarcada dentro de las operaciones de presencia, vigilancia y disuasión, han sido asignados medios del Ejército del Aire y del Espacio, del Ejército de Tierra y de la Armada, con el fin de integrarse de forma conjunta en el Sistema de Defensa Aérea nacional, maximizando la eficiencia de los medios participantes para garantizar la vigilancia y defensa del espacio aéreo de soberanía e interés nacional.
Se han llevado a cabo diferentes misiones aéreas defensivas como respuesta a incursiones y movimientos de aeronaves no identificadas, a través de las que se ha conseguido mejorar el entrenamiento de todos los medios participantes.
Por parte del Ejército del Aire y del Espacio, seis aviones Eurofighter del Ala 11, de la Base de Morón en Sevilla, han desplegado en el Aeródromo Militar de Santiago en misión de Alerta de Reacción Rápida (QRA, por sus siglas en inglés -Quick Reaction Alert-). Durante la activación, los Eurofighter llevaron a cabo maniobras de combate aire-aire y misiones de interceptación, demostrando su capacidad para responder rápidamente a amenazas potenciales. También se realizaron ejercicios de escolta y protección de activos estratégicos, subrayando la versatilidad y potencia de estos cazas en escenarios de combate simulado. Para cumplir esta misión, los pilotos desplegados han estado en servicio las 24 horas, preparados permanentemente para, en caso de ser activados, estar en el aire en menos de 15, 60 o 240 minutos, según la situación. Para que esta misión de vigilancia aérea pueda llevarse a cabo es muy importante el trabajo de todo el personal de apoyo y mantenimiento, que tienen todo listo para que las aeronaves puedan estar en el aire en el tiempo estipulado.
En total han realizado 24 salidas en misiones QRA, lo que supone más de 39 horas de vuelo en misiones de defensa aérea. La actuación del Ala 11 ha sido fundamental para evaluar la interoperabilidad con otras plataformas aéreas y terrestres, fortaleciendo la cooperación y coordinación entre las diversas unidades presentes. Este despliegue no solo mostró la preparación y flexibilidad del Ala 11, sino que también contribuyó a mejorar las tácticas y estrategias conjuntas en un entorno multiplataforma.
El puesto de mando y control se ha constituido en el Centro de Operaciones Aéreas (AOC), desde donde se ha ejercido el Mando Táctico y se ha realizado el control táctico para las operaciones de vigilancia, policía del aire y defensa aérea del espacio aéreo de soberanía nacional, delegándose en caso necesario a las entidades de control integradas en el Sistema de Defensa aérea.
Además, el Grupo Central de Mando y Control (GRUCEMAC) ha proporcionado, gracias a los enlaces Link, una visión total de la situación en la que se encontraba el espacio aéreo a vigilar, mediante el uso de todos los medios asignados, identificando las trazas y decidiendo en cada situación la acción táctica a tomar. Además, desde el ARS, se llevó el control de los distintos medios aéreos participantes en la activación, se gestionó la vigilancia y la identificación del espacio aéreo y se gestionaron los parámetros de los radares pertenecientes al Sistema de Vigilancia y Control Aéreo optimizando su uso.
En cuanto al Ejército de Tierra, la Unidad de Artillería Antiaérea (UDAA) Hércules 24-02, desplegada en las poblaciones de Noia, Lousame, Mazaricos y Porto do Son, ha estado formada por personal y material del RAAA 71, RAAA 73, RAAA 74, UTMAAA, GACA XII y el BIMT I/67 LEGAZPI. La UDAA ha cumplido con la misión encomendada, mostrando su preparación y disponibilidad para garantizar la seguridad del espacio aéreo de interés nacional a través de la presencia, vigilancia y disuasión en el ámbito aéreo de soberanía.
Por parte de la Armada, la fragata “Álvaro de Bazán” (F-101) ha contribuido a la vigilancia y defensa aérea del territorio nacional en aguas del mar Cantábrico y el océano Atlántico. La principal misión de las fragatas F-100 dentro de la activación Eagle Eye es contribuir activamente a la Defensa Aérea. Los diferentes equipos y sistemas existentes a bordo, destacando el Sistema de Combate AEGIS y el radar SPY-1D, no sólo permiten la detección temprana de trazas aéreas, sino que también permite enfrentar todas aquellas amenazas que puedan surgir. Esto ha permitido mantener el adiestramiento, así como evaluar la integración de los medios aéreos, navales y terrestres en situaciones de gran complejidad. La dotación del buque estaba compuesta por 205 hombres y mujeres, contando con dos controladores tácticos de aeronaves en la mar (CTAM) del Grupo Aéreo Embarcable (GAE) y un gestor de redes de enlaces tácticos pertenecientes al Ejército del Aire y del Espacio.
Durante la activación Eagle Eye 24-02, los más de 2000 militares participantes han demostrado su alta preparación para contribuir a la seguridad y defensa del espacio aéreo de soberanía nacional, las 24 horas del día, los 365 días del año. Con ello se ha constatado la perfecta sincronía que hay en términos de defensa aérea entre los sistemas participantes del Ejército del Aire y del Espacio, Ejército de Tierra y la Armada, mostrándose su capacidad de integración en el Sistema de Defensa Aéreo (SDA) y desarrollándose sinergias para acometer acciones multidominio en el marco de las operaciones permanentes en territorio nacional.