Ya han transcurrido dos meses desde el relevo de buques en el puerto de Souda, y desde que se estableció a bordo de la fragata ‘Reina Sofía’ el Estado Mayor de la Fuerza de la ‘Operación Atalanta’, mandado por el contralmirante Juan María Ibáñez Martín.
La fragata cuenta con una Unidad Aérea Embarcada mixta compuesta por un helicóptero AB212 de la Tercera Escuadrilla y un UAV ScanEagle de la Undécima Escuadrilla; una Unidad Táctica de Operaciones Especiales en el Ámbito Marítimo y una Formación Sanitaria de Tratamiento ROLE 2. Estos medios le dan la capacidad para efectuar Operaciones de Seguridad Marítima, de Maritime Situational Awareness, de Vigilancia y Reconocimiento de Inteligencia, de Protección de la Fuerza, de operaciones de abordaje con oposición y de rescate de rehenes entre muchas otras.
Durante la primera mitad del despliegue, ha actuado en cumplimiento del nuevo mandato de EUNAVFOR Atalanta, que trata de establecer un entorno marítimo seguro en el Índico occidental. Para ello, la ‘Reina Sofía’ ha protegido los buques del Programa Mundial de Alimentos y otros vulnerables mediante un seguimiento constante; ha monitorizado el tráfico ilícito de drogas, armas y carbón vegetal; ha recabado información sobre la pesca ilegal, mediante visitas amistosas a barcos pesqueros, y ha colaborado con las diferentes fuerzas y actores que operan en la zona, realizando ejercicios con buques de Estados Unidos, Pakistán y Omán entre otros.
La UE, a través de la ‘Operación Atalanta’, está apoyando el establecimiento de una arquitectura de seguridad marítima en la región, que permita a los Estados ribereños hacerse cargo de los riesgos y amenazas en este ámbito. La fragata ‘Reina Sofía’ también ha participado en los ejercicios RAVEN organizados por CRIMARIO-II (Critical Maritime Routes Indian Ocean), que tienen por objeto mejorar la eficacia de la coordinación en el ámbito de la seguridad marítima en el área de operaciones mediante la herramienta IORIS. Asimismo, ha realizado ejercicios de Local Maritime Capacity Building con Yibuti y Kenia, con el objetivo de mejorar las capacidades de los distintos cuerpos de seguridad locales.