El nuevo hangar de helicópteros de la Base Aérea de Šiauliai ha sido el escenario para el traspaso simbólico de “la llave del espacio aéreo báltico” por parte del Destacamento Aerotáctico (DAT) español “Vilkas”, a la Fuerza Aérea italiana que estará al frente de la misión durante los próximos 8 meses.
El acto, presidido por la viceministra de Defensa Nacional lituana, Kamilè Gogelienè, ha contado, entre otras autoridades civiles y militares, con la presencia del Jefe del CAOC Uedem, Major General Harold Van Pee, el embajador de Italia en Lituania Emanuele De Maigret, en representación de la Embajada de España en Lituania, Ramón Aguilar Abad, y el Jefe de la Fuerza Aérea lituana.
La viceministra lituana ha subrayado la importancia de las misiones de vigilancia aérea de la Alianza Atlántica iniciadas hace 20 años. Es uno de los compromisos más fuertes que demuestra el grado de lealtad de la OTAN con el objetivo de tener un espacio aéreo seguro. El general Van Pee también ha querido resaltar la importancia de la Policía Aérea del Báltico en el contexto internacional actual.
El DAT ‘Vilkas’ es un ejemplo del compromiso de España con la Misión de Policía Aérea del Báltico (BAP) de la OTAN, en la que ya han participado cerca de 400 aviadores en las diversas rotaciones y apoyos realizados.
Durante su misión, el destacamento español, rotación nº65 del BAP, ha sobrepasado las 1.000 horas de vuelo entre los ocho F18M del Ala 12 y Ala15, y los dos apoyos mensuales del A400M del Ala 31 de Zaragoza.
Ese esfuerzo se ha concentrado por una parte en las misiones de Policía Aérea, habiendo realizado una treintena de “Alfa Scramble” para la identificación de aeronaves que incumplían la normativa internacional de vuelo en el espacio de seguridad de responsabilidad de la Alianza Atlántica. Y por otra, el esfuerzo ha permitido tomar parte en diferentes ejercicios como el RAAL 24-1 y 24-2, NEPTUNE TRIDENT, VIGILANT FALCON, SPRING STORM, BALTCON, donde se ha alcanzado un elevado grado de interoperabilidad con aeronaves de otros países aliados, incluyendo suecos y finlandeses tras su incorporación a la OTAN, y de interoperabilidad con otros sistemas de defensa tierra-aire y flotas desplazadas al Mar Báltico.
Hito importante ha sido la certificación del reabastecimiento en vuelo por primera vez entre los Harriers de la Armada y un A400M español.